Casándose bajo la lluvia: Valle y Roberto
Fue el 27 de febrero, uno de los días más encapotados y lluviosos del año, hasta el momento claro. Y fue en la Iglesia de San Gil Abad, preciosa iglesia mudejar, Zaragozana por los cuatro costados, patrimonio histórico de España. ¿Por qué nos preocupa que llueva, que haga viento o frío el día de nuestra boda? Todos esos elementos se asocian con el invierno y nos invitan a quedarnos en casa y mirar por la ventana. Y no solo eso, además se asocian con la tristeza, la melancolía... Pero se dice que en realidad una boda en un día de lluvia es un augurio de buena suerte (novia mojada, novia afortunada) o también que es un pronóstico de fertilidad, o que representa el principio, el comienzo de algo fantástico... Y por supuesto, no hubo ni tristeza ni melancolía en la boda de Valle y Roberto, solo la alegría bulliciosa y vital de Valle, su arrollador entusiasmo, y ese éxtasis de Roberto, su enorme felicidad. Porque la boda de Valle y Roberto tuvo mucho de todo eso; alegría, felicidad, entusiasmo... la lluvia no la noto nadie. La comida fue en el Gran Hotel de Zaragoza, clásico entre los clásicos (yo también me casé allí, y también un día de lluvia) donde disfrutamos un buen rato fotografiando esta estupenda pareja, su familia y sus amigos. Valle se vistio en la Boutique Paloma complementado con un velo y agujas de sus primas, sus zapatos eran de Unisa, los anillos se los hizo una amiga de Valle que tiene la tienda Antigüedades Hermanos García (en Antonio Candalija 10, una bocacalle de la c/ Alfonso) pero para el de Roberto utilizó el oro de la alianza de su padre. El anillo de compromiso lo compró Roberto en la misma tienda. Los pendientes fueron regalo de unos amigos de los padres de Valle. El traje, chaleco y zapatos de Roberto eran de Silbon.  
  Y ahora un resumen algo más amplio de la boda, con un poquito de música. El vídeo solo se puede ver con contraseña (valleyroberto2016)