Bea y Jorge, destino o casualidad, San Cayetano y Santa Ana

Bea y Jorge, destino o casualidad, San Cayetano y Santa Ana

Transcribo lo que Bea me ha escrito... Los dos creemos que existe la persona, ese alguien que te hace latir con más fuerza. La que se muda contigo de estado de ánimo. Esa persona existe, es, respira, sueña, te querrá y te quiere bonito. Nuestra historia comienza así: Cuenta la leyenda que el verano de 2005 daría comienzo a una de las historias más bonitas de amor verdadero. Ese amor que hace camino al volar.
Jorge dice:
“La primera vez que la vi, pensé que tenía los hoyuelos más bonitos que había visto jamás y por eso ahora siempre intento hacerla reír. Todo el mundo le decía que tenía una sonrisa preciosa y no se equivocaban. Creo que es la sonrisa más sincera y que aún teniendo imperfecciones… ¡Es la más perfecta!” “Después de once años, admiro su dulzura y delicadeza”. Es una mujer de altos vuelos, que extiende sus alas y abraza con sentimiento. Soñadora y maestra de ilusiones, que adora el algodón de azúcar y los tonos empolvados. La música en acústico y los susurros le ponen los pelos de punta, deja olor a amor por donde pasa y se deja querer fácilmente. Tiene unos ojos grandes que iluminan las noches oscuras y que quitan el sueño a cualquiera. Ella tiene un alma melliza y varias luces gemelas en su camino.
Bea dice de Jorge que es puro sentimiento y sigue pensando que fue suerte encontrarle.
“Creo que es una persona que suma y que todo lo que hemos pasado, lo bueno, lo malo y lo regular es esa suma que nos convierte en lo que somos ahora. Creo que para mantener la suerte de tu vida, se necesita talento para hacerlo bien, rectificar y construirse. Por eso digo que lo que nosotros hemos construido es una suma de suerte, oportunidad y talento” Un día ambos decidieron hacer realidad un sueño. Ese que no estaba planeado y de repente llegó. Ella no tenía planeado encontrarle, y de repente Él. Él no tenía pensado encontrarla, y de repente Ella. Muy emocionados llegaron ante esa imponente fachada, la de la Iglesia de Santa Isabel de Portugal. El príncipe miró a su princesa, ella contestó con un suspiro. “Es difícil describir todas las emociones que vivimos, todas las sensaciones que llegaban a nuestros poros. Difícil reproducir un día lleno de veinticuatro horas de buenos momentos. Increíble pero cierto. Un sueño que entre todos conseguimos que fuera nuestra preciosa casualidad. Hoy podemos decir, que somos así, en parte, gracias al otro y a muchas sumas y restas que se han escrito y borrado de nuestras vidas”. Destino o Casualidad.
Los proveedores:
El vestido, diseñado y realizado por la maravillosa Estela Garro de Tacatuca Zaragoza. El velo, el tocado y el cinturón joya también eran de Estela. Los zapatos eran de Lodi. Todo regalo de sus abuelas. ¡Estela también estuvo hasta el final de la boda! Bea se peinó y maquilló en casa con el trabajo de la espléndida Manuela de Cebado Zaragoza, que luego acompañó a Bea en todo momento hasta el primer baile donde le hizo un pequeño cambio de look. Del ramo, las flores de la iglesia y las de la finca se encargó Nacho Bergara que hizo un espléndido trabajo. Del ramo, las flores de la iglesia y las de la finca se encargó Nacho Bergara que hizo un espléndido trabajo. Los pendientes eran de Sanci, los anillos de compromiso y alianzas de la Joyería Javier Antón y las arras de una tía de Jorge, de herencia familiar. Jorge iba íntegramente equipado por Protocolo, su chaqué, camisa, corbata y los zapatos eran todos de la misma tienda. La ceremonia se desarrolló en la preciosa iglesia de Santa Isabel y el aperitivo y la comida en la Finca Santa Ana, gestionada por Maher.
Y ahora un resumen más largo de la boda, requiere una buena conexión a internet y ¡subir el volumen de la música! beayjorge2016